viernes, 25 de julio de 2014

La guerra salta al césped

Las principales guerras que asolan al mundo son una lacra que comienza a tener repercusión también en el fútbol. Cualquier conflicto armado provoca consecuencias irreparables para la población que lo sufre y los equipos y futbolistas de los lugares en guerra no son ninguna excepción:

CONFLICTO ISRAELÍ - PALESTINO:

Los ataques en Israel y Palestina no pasan desapercibidos para nadie y algunos jugadores han alzado la voz, incluso, enfrentándose verbalmente a ex compañeros de equipo. Joey Barton, díscolo jugador inglés, condenó el último ataque israelí contra una escuela de la ONU en Gaza con el siguiente tweet: "El ataque contra el colegio en Beit Hanoun es deplorable. #Dejad de matar niños en Gaza". Su reflexión no acabó ahí y siguió con su discurso: "Si esto lo hubiese hecho cualquier país, excepto Israel, Occidente habría intervenido. Esto no puede continuar así. Niños inocentes masacrados. Tiene que parar".

Tras estos mensajes en la red social, un antiguo compañero de Barton en el QPR, Yossi Benayoun, ahora en el Maccabi de Haifa israelí, respondió: "Compañero, hay cosas que nunca cambian. Siempre has sido un estúpido y lo seguirás siendo. Qué penoso...". Precisamente el conjunto israelí del Maccabi de Haifa vivió hace unos días la tensión que está generando el conflicto israelí - palestino. Durante un partido amistoso en Austria ante el Lille, algunos hinchas pro-palestinos saltaron al terreno de juego e intentaron agredir a los jugadores del equipo israelí: 




CONFLICTO UCRANIANO - RUSO: 


Algunas regiones de Ucrania se han convertido en un foco de conflicto permanente
La guerra entre prorrusos y ucranianos sigue en su punto álgido y algunos futbolistas (principalmente extranjeros) no están dispuestos a vivir una situación de temor e inseguridad constante. Aprovechando una concentración en París, seis jugadores del Shakhtar Donetsk (una de las regiones más afectadas por los enfrentamientos) decidieron fugarse para no regresar a Ucrania. Los futbolistas fueron: Douglas Costa, Fred, Ismaily, Dentinho, Alex Teixeira y el argentino Facundo Ferreyra, que tomaron esta disposición tras la noticia del avión derribado de Malaysia Airlines. 

El Shakhtar intenta convencerlos de que "la seguridad está garantizada" y en un comunicado anunció que Fred había regresado a la concentración, esperando que Ismaily lo hiciese en los próximos días. Lo único cierto es que el club, actual campeón de liga, ha tomado la decisión de disputar sus partidos como local en Lviv (a 1000 kilómetros de Donetsk) y entrenarse en Kiev (a casi 700 kilómetros). 

El conflicto ucraniano no solo afecta al Shakhtar. Cuatro jugadores argentinos del Metalist (situado en Jarkov, al noroeste de Ucrania) se niegan a regresar al país para reincorporarse a su club debido a la crítica situación. Este fin de semana comienza la liga ucraniana pero Alejandro Gómez, José Sosa, Sebastián Blanco y Jonathan Cristaldo se encuentran en Argentina sin intención de viajar a Ucrania próximamente.

La última consecuencia conocida es la posibilidad de que la FIFA retire a Rusia el Mundial de 2018 y pida a Alemania que organice la cita mundialista.

CONFLICTO EN IRAQ:


Ali Adnan, a la derecha, junto a un militar iraqui 
El mejor jugador zurdo del Mundial Sub-20, Ali Adnan, realizó una prometedora campaña en el Caykur Rizespor de la primera división turca y su nombre se coló en las agendas de equipos como Granada o Roma. Sin embargo, al llegar las vacaciones estivales, el futbolista iraquí regresó a su país y se convirtió en voluntario del ejército de Iraq para luchar contra los yihadistas del ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria) que avanzan hacia Bagdad. Mientras tanto, su club declaraba que el futbolista se encontraba "de vacaciones en su país". 

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