Holanda quiere, a la tercera, conseguir su Mundial

HOLANDA 3-2 URUGUAY

Ya tenemos un finalista para este Mundial de Sudáfrica. La Holanda de Sneijder y Robben se impuso, con sufrimiento final, a una épica Uruguay que no pudo repetir la hazaña de los cuartos de final. Los 'oranges' esperan a España o Alemania para disputar el próximo domingo la última batalla. Uruguay notó las bajas de Godín en la zaga y Luis Suárez en punta.

Ninguno salió a especular y buscaron el gol desde el primer minuto. Pudo adelantarse Holanda por medio de Kuyt pero el balón se marchó alto, avisaban los holandeses. Cuando Uruguay se recuperaba del susto, pasado el cuarto de hora, Gio Van Bronckhorst quiso dejar su firma en el último mundial en el que participará y se sacó un zurdazo imparable desde 35 metros que se coló por la escuadra de un Muslera que intentó detenerlo a mano cambiada. Holanda se adelantaba con una obra maestra de su capitán. A partir de ahí se dedicó a controlar el encuentro y sólo Cavani timidamente al final de la primera mitad acechó la portería defendida por Stekelenburg. Hasta que Forlán se sacó otro remate imparable desde fuera del área que se coló por el centro, Heitinga intenta despejar el balón y no llega pero despista al meta del Ajax que ve como su balón se cuela por encima de él. Con tablas en el marcador se llegó al descanso.

En la segunda mitad, Van Marwijk movió el banquillo y retiró a De Zeeuw por Van der Vaart en busca de mayor fluidez en la construcción del juego. Otro error de bulto de Stekelenburg facilitó que el esférico llegase a Álvaro Pereira pero su disparo fue despejado por Gio en la misma línea de gol. A partir de ahí mandó Holanda. Sneijder primero, con un lanzamiento que se le cuela a Muslera por culpa de Van Persie, que en fuera de juego, no permite que el charrúa vea la trayectoria, y Robben después con un excelente cabezazo que hubiese firmado el mejor ariete, pusieron el 3-1 y creyeron que habían concluido el encuentro.

Pero la garra de los uruguayos es infinita y en el tiempo de descuento, en una jugada ensayada, Maxi Pereira le coloca el balón a Stekelenburg donde no puede atajarlo para mantener la emoción hasta el final, pero ya no quedaba tiempo para más. Uruguay muere en la orilla (dignamente) y Holanda se prepara para saldar las cuentas del destino de aquel 1974 y 1978.