sábado, 22 de mayo de 2010

Una libreta más efectiva

Triple neoazurri en un año para enmarcar. Mourinho alcanzó la gloria de la que disfrutó Pep Guardiola el año pasado con un modelo diametralmente opuesto al del catalán pero igual de efectivo. El Inter saltó al césped del Bernabeu a jugar a lo que sabe y el Bayern desplegó el juego que se le fue ocurriendo a Robben. Lo cierto es que este Inter recuerda demasiado a la Grecia que se proclamó campeona de Europa en el año 2004, un fútbol poco vistoso pero efectivo al fin y al cabo. La libreta del aprendiz Mourinho fue más práctica que la de su maestro, Van Gaal.

El Inter salió ofensivo en los primeros minutos en busca de un gol tempranero, Sneijder lanzaba los ataques que acababan estériles en los pies de la zaga alemana. Con el paso de los minutos, Robben, o lo que es lo mismo, el Bayern, fue sintiendo una engañosa comodidad, tenía el balón (hasta 61% en la primera mitad) y jugaba en el campo del Inter pero no inquietaba la meta de Julio César.

Sin hacer más peligro que dos faltas lejanas de Sneijder, el conjunto italiano se adelantó en el marcador en el minuto 35. Saque largo del guardameta, Diego Milito la baja de cabeza para Sneijder y la pared de este vuelve a llegar al ariete argentino, amaga el disparo y medio segundo después lanza un punterazo que Butt no puede detener. Nunca un equipo consiguió más con menos, los neoazurris ya tenían el encuentro donde ellos querían. El Bayern quedó tocado y a punto estuvo de despedirse del encuentro antes de tiempo, cambiaron los papeles, Milito asistía a Sneijder pero esta vez el veterano guardameta alemán sí estuvo acertado. El Bayern tuvo el balón pero Julio César no intervino en ningún momento, Robben no pasaba y Olic no cazaba ni una.

Curiosamente, la segunda parte comenzó como si de un encuentro distinto se tratara. Müller encontró el primer hueco en la rocosa defensa interista pero su disparo abajo fue atajado por Julio César con pasmosa facilidad. El cancerbero brasileño apareció en un momento clave. La siguiente jugada fue para el Inter, Pandev quiso colocarla y Butt se lució con una plástica estirada. El Inter juntaba sus líneas y no sufría más de la cuenta. Cuando uno de los ocho o diez jugadores que se encerraban en el área no podían con Robben, ahí estaba Julio César.

Pero, al igual que ocurriese en la primera mitad, Milito, que ha marcado en todas las finales que ha disputado su equipo este curso, dijo: Aquí mando yo, se plantó en la frontal del área, rompió la cintura a Van Buyten y encajó el esférico en el palo contrario de Butt, 2-0 con goles en minutos claves, 35 y 70. El 'Principe' se coronaba en el Bernabeu.

Van Gaal quiso reaccionar y mandó al campo al héroe alemán de los mundiales, Klose, y más tarde al nacionalizado Mario Gómez, en busca de la remontada que no materializaban Müller u Olic, pero ambos futbolistas tampoco aportaron nada. El Bayern fue única y exclusivamente Robben, que sin Ribery se vuelve aún más individualista, pero el entramado defensivo de Mourinho fue infranqueable. El Inter conseguía el triplete y Mourinho quedaba embelesado observando las gradas del Santiago Bernabeu.

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