Los problemas del vestuario de la selección francesa están empezando a tomar un cariz surrealista intolerable en un combinado nacional profesional. A la pobre imagen que están ofreciendo en el Mundial se ha unido el escándalo de Anelka.Muchos eran los rumores sobre el debate interno entre el grupo de veteranos que intentaban imponer su ley y el resto de jugadores, consiguieron que Diaby entrase en el once inicial y que Gourcuff no apareciese ante México, sin embargo, la ausencia de Henry durante todo el encuentro quitaba veracidad a las informaciones. Ya resultaba extraño el cambio de Anelka en el descanso cuando Francia necesitaba la victoria. Pero hoy todo tuvo explicación, el delantero del Chelsea fue recriminado por Domenech ya que no estaba realizando un trabajo ofensivo adecuado y el futbolista, en vez de acatar la crítica y tratar de solucionar el problema, falta al respeto al míster (que es el que manda por muy mal entrenador que sea) y le insulta gravemente, algo totalmente inadmisible.
Domenech impuso su autoridad y le dejó en el banquillo, hoy ya sabemos que Anelka no jugará más este Mundial y que ha hecho las maletas rumbo a casa. La Comisión de Disciplinaria ha mediado en el problema y ha decretado su expulsión, lo único coherente que ha hecho Francia en las últimas semanas. Anelka, ha preferido aceptar la decisión antes que pedir disculpas publicamente. Habrá que estar atentos a como reacciona el nuevo seleccionador tras el Mundial, Lauren Blanc, ante este incidente. En mi opinión, parece difícil pensar que Anelka vuelva a entrar en una convocatoria francesa, sobretodo si Benzema empieza a mostrar su nivel en el Real Madrid de la próxima temporada. También estoy a la espera de las declaraciones de Zidane, ídolo que francés, que ha criticado con dureza a Domenech y ahora debería hacer lo propio con Anelka.
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